Europa, julio de 2025 — Un reciente artículo publicado en la revista científica Conservation1 lanza una grave advertencia: la decisión de la Comisión Europea de rebajar el nivel de protección del lobo ibérico y otras poblaciones europeas responde a motivos estrictamente políticos y populistas, y no está respaldada por la evidencia científica.
Los investigadores, provenientes de la República Checa, Eslovaquia y España, denuncian que la medida, adoptada en junio por el Consejo de la UE y promovida activamente por la Comisión, abre la puerta a una gestión más permisiva y letal del lobo en toda Europa, lo que supone un grave retroceso para su conservación.
Una decisión política, no científica
La Comisión Europea propuso trasladar al lobo del Anexo IV (protección estricta) al Anexo V (especie gestionable) de la Directiva de Hábitats. Sin embargo, ni los informes técnicos que la propia Comisión encargó, ni los estudios del Parlamento Europeo, recomendaban tal medida. Tampoco lo hacía el grupo de especialistas en grandes carnívoros de la UICN, que calificó la decisión de “precipitada y errónea”.
Según los autores del artículo, esta medida no responde a un aumento real del riesgo para humanos o al ganado, sino a una estrategia de determinados sectores políticos para ganar votos en zonas rurales mediante discursos basados en el miedo y la desinformación.
Acción legal de LIBERA! y otras entidades ante Estrasburgo
Cabe recordar que esta controvertida decisión ha sido llevada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo por la Asociación Animalista LIBERA!, junto a otras organizaciones europeas de defensa animal, en el marco de una iniciativa liderada por la plataforma jurídica Green Impact.
Estas entidades denuncian que la rebaja del estatus de protección del lobo no fue consensuada con la comunidad científica y, tal y como apunta el artículo, responde a presiones políticas y no a criterios conservacionistas.
Matar lobos no soluciona los conflictos
Los estudios citados en la publicación científica señalan que el control letal (caza) de lobos no reduce significativamente los ataques al ganado, y que en muchos casos incluso puede empeorarlos. Por el contrario, las medidas preventivas no letales han demostrado ser más eficaces y sostenibles.
Asimismo, los ataques a humanos por parte de lobos en Europa son extremadamente raros, y no se ha registrado ninguna muerte atribuible a lobos en lo que llevamos de siglo XXI.
Planes de exterminio también afectan al oso
El artículo señala con preocupación que esta flexibilización legal está sirviendo de pretexto para medidas drásticas en países como Eslovaquia, Rumanía y Suecia:
– En Eslovaquia, tras la llegada de un nuevo gobierno populista, se han aprobado cuotas de caza de 74 lobos y un plan para matar 350 osos en 55 distritos, una cifra sin precedentes.
– En Rumanía, donde habita la mayor población de osos del continente, también se han adoptado políticas más agresivas de control letal.
El “lobo político”: símbolo del retroceso ambiental
La figura del lobo ha sido instrumentalizada políticamente, advierten los autores. En muchos países, se ha convertido en un símbolo de conflicto entre lo urbano y lo rural, utilizado por partidos populistas —pero también por formaciones conservadoras— como arma electoral.
Desde la comunidad científica y conservacionista, se exige que las decisiones sobre especies protegidas se basen en criterios científicos rigurosos y no en intereses electorales o presiones de determinados lobbies.
La lucha sigue
Desde el movimiento animalista, seguiremos denunciando cualquier intento de retroceso en la protección de la fauna salvaje, y apoyando todas las vías legales y sociales que impidan que el miedo, la desinformación o los intereses económicos primen sobre el bienestar animal y la conservación de la biodiversidad.
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