Comunicado de prensa
Las autoridades suizas permiten la erradicación del 70% de la población de lobos

Berna, 22 de diciembre de 2023

Crecen las críticas nacionales e internacionales por la matanza de lobos en Suiza que comenzó el 1 de diciembre y es, desde la recuperación de la especie, la más grande que se ha llevado a cabo en Europa. Más de trescientas organizaciones de 48 países han expresado su preocupación, incluido el Grupo de Especialistas en Cánidos, experto mundial de la UICN.

Las poblaciones autóctonas suizas están catalogadas como vulnerables. De manera general, el lobo es una especie estrictamente protegida desde 1979, año en el que Europa firmó la Convención de Berna. Sin embargo, la legislación suiza permite, actualmente, exterminar lobos de forma “preventiva”, independientemente de si ha habido daños y a pesar de haberse demostrado que legalizar la caza aumenta el riesgo de caza furtiva.

Existen elementos disuasorios para evitar la eventual depredación del ganado, como el vallado eléctrico o los perros de protección, que parecen funcionar, ya que la tasa de depredación ha disminuido un 29% respecto al anterior. De hecho, los grandes depredadores son responsables únicamente del 6% de las pérdidas de ganado y el 90% de estos ataques son contra rebaños desatendidos y desprotegidos, causados generalmente por lobos solitarios de manadas desestructuradas (manadas que han perdido un lobo alfa, por ejemplo, durante una partida de caza legal). Estos animales necesitan alimentarse de presas fáciles porque no son capaces de cazar grandes herbívoros sin su lobo alfa.

La presencia de lobos tiene innumerables beneficios. Contribuyen a la economía rural, como podemos ver en Zamora, donde la Sierra de la Culebra es uno de los lugares más visitados por los amantes del lobo. También tienen un rol insustituible en el ecosistema, ya que se alimentan de herbívoros salvajes, permitiendo la recuperación de bosques que, de otra forma, serían arrasados por ciervos y jabalíes. La evolución natural de los bosques aumenta la resiliencia de estos hábitats, que se adaptan para sobrevivir al cambio climático.

A pesar de numerosas evidencias científicas, la caza del lobo se permite durante dos meses y tiene como objetivo un total de 12 manadas y hasta 2/3 de jóvenes de otras manadas, reduciendo la población de lobos suizos hasta un 70%, muy por debajo del mínimo viable. Si la nueva ordenanza no se cuestiona, los lobos se podrán cazar de septiembre a enero.

La encuesta de 2019 encargada por ProNatura reveló que el 79% de la población suiza está en contra de eliminar lobos, ya que es consciente de la raíz del problema y de la importancia de la especie para el ecosistema. Suiza necesita ayuda del resto de Europa para proteger a sus lobos. En el contexto actual de extinción masiva de especies, es crucial implementar medidas de conservación y gestión coordinadas en toda Europa.

La presencia de lobos en Suiza no es sólo una cuestión de importancia ecológica, es un testimonio de nuestros valores humanos de convivencia y tolerancia.

No necesitamos matar lobos. Tenemos mejores opciones. Los lobos no.

Décadas de progreso se pueden perder sólo en este invierno